Los estilos de aprendizaje son la forma consistente en la que los estudiantes responden o utilizan los estímulos en el entorno del aprendizaje, es decir, las condiciones educativas bajo las cuales un estudiante es más probable que aprenda.
Por lo tanto, los estilos de aprendizaje no se refieren realmente a lo que aprenden los estudiantes, sino cómo prefieren aprender y, en muchas ocasiones, cómo les resulta más fácil aprender. Los estilos de aprendizaje son una mezcla de factores cognitivos, afectivos y fisiológicos característicos que sirven como indicadores relativamente estables de cómo el alumno percibe, interactúa y responde al entorno de aprendizaje.
Para Alonso, Gallego y Honey, autores del libro Los estilos de aprendizaje procedimientos de aprendizaje y mejora, “es necesario saber saber más sobre los estilos de aprendizaje y cuál de éstos define nuestra forma predilecta de aprender”.
Esto es esencial, tanto para los aprendices como para los maestros”. Los autores afirman que existen 4 estilos de aprendizaje: